Un jurado federal en Florida ha dictaminado que Chiquita Brands International debe pagar $38.3 millones a las familias de ocho hombres colombianos asesinados por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), un grupo paramilitar que la empresa financió. Esta decisión histórica marca la primera vez que el gigante bananero ha sido considerado financieramente responsable por su papel en financiar un grupo responsable de una ola de violencia durante el conflicto civil en Colombia a finales de los años 90 y principios de los 2000. El veredicto llega después de años de batallas legales, con Chiquita admitiendo previamente en 2007 haber realizado pagos a las AUC y ser multada con $25 millones por un tribunal estadounidense. Este caso destaca el problema más amplio de la responsabilidad de las corporaciones multinacionales por sus acciones en el extranjero, especialmente en zonas de conflicto. La compensación está destinada a 16 familiares de las víctimas, reconociendo el apoyo financiero directo de la empresa al grupo paramilitar responsable de numerosas muertes y abusos de derechos humanos.
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